LA VERDAD OCULTA
Supongo que habéis descubierto la verdad. Habéis llegado hasta aquí después de sufrir enormes penalidades, así que os merecéis la verdad.
En primer lugar me presentaré, soy el que llamáis Céfiro, aunque ese no es mi nombre real nos servirá. Procusto y yo mismo, os hemos guiado y acompañado hasta aquí, e imagino que habéis descubierto la traición de Medusa.
Durante años trabajé como científico para el ejército. Trabajaba en el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta, y mi misión era preparar vacunas, controlar epidemias, así fue como descubrí el proyecto Ma(i)ndala. El proyecto agrupaba a empresas farmacéuticas y al ejército, las primeras deseosas de crear nuevas enfermedades para generar nuevas vacunas, y además obtener beneficios de la nueva guerra biológica.
El ejército quería comprobar los posibles efectos de nuevas cepas de poliomielitis, sarampión, la viruela, y una larga lista.
Las primeras pruebas se realizaron con algunos de vosotros. Jóvenes de todo el mundo, que fueron raptados o robados. Durante años os sometisteis a pruebas médicas, hasta conseguir personas que fueran resistentes a todas las enfermedades.
El problema surgió cuando un individuo infectado escapó de nuestras instalaciones de Atlanta. Ese simple hecho provocó la debacle, el exterminio casi total de la humanidad.
Nuestra única opción era escondernos en Svalbard, una cámara acorazada y segura, donde se guardan miles de semillas, ADN y germoplasma de especies esenciales para el ser humano. Era el único lugar, en el que podríamos resguardarnos y usar como Arca de Noé, para repoblar la Tierra.
Vosotros, los supervivientes fiesteis criogenizados con la intención de tener una fuente de vacunas, órganos y tejidos que pudieran reemplazar y sanarnos. Eraís nuestro ganado.
Yo me negué desde el principio, así que por eso me ofrecí a ser vuestro mentor, y por eso os ofrezco la única posibilidad de derrotar y salvaros.